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¿CÓMO PREVENIR O SUPERAR EL MIEDO AL DENTISTA ?

Por: Kidsmile

2

Aug

¿CÓMO PREVENIR O SUPERAR EL MIEDO AL DENTISTA ?

¿CÓMO PREVENIR O SUPERAR EL MIEDO AL DENTISTA DE LOS NIÑOS?

1.-  Conozcamos y trabajemos nuestros propios miedos para prevenir que se los traspasemos a nuestros hijos. Un niño no tiene por qué temer al dentista si nunca ha ido, si siente temor es porque ha escuchado algo o porque se le ha transmitido las sensaciones a ellos. Seamos cuidadosos de aquello.

2.- Comencemos con sus controles  a la edad que corresponde -a los 6 meses de edad-. Así estaremos siendo responsables con su salud bucal, y también ahorrándonos la formación de un miedo que puede  complicarles a ellos y  a nosotros la vida. Antes de los 6 meses el niño es sólo sensoro motor; lo puede asustar un ruido fuerte o un golpe, pero no tiene los recursos para hacerse la idea de qué es el dentista. No tiene aún la influencia de los medios ni de sus pares, no tiene que ser sometido a tratamientos dolorosos que lo asusten a futuro, y no tiene la capacidad de fantasear, por lo que podrá ir familiarizándose fácilmente con su dentista sin atribuirle una connotación negativa.

3.-  ¡Cuidemos las palabras! Cuando el miedo al dentista  se torna excesivo suele ser irracional, tal como sucede en una fobia. Por eso no lograremos nada pidiéndoles que no le teman al  dentista, amenazándolos para que no lloren o jurándoles que no sentirán dolor. Al niño se le debe decir la verdad, pero sin proporcionarle información innecesaria; si no nos preguntan algo es porque no lo han pensado, no le temen y/o no les interesa. Evitemos las palabras: dolor, aguja, pinchar, aunque sea para decirle “esto no dolerá”, simplemente no nombremos esas palabras, así no tienen por qué relacionarlas con el dentista.

4.- ¡Aprovechemos su tipo de pensamiento y funcionamiento! Aquello que permite la conformación del miedo debe ser lo mismo que utilicemos para evitarlo. Entonces, fijándonos en las características de la etapa del desarrollo, ya no le diremos a nuestro hijo de 2 años, por ejemplo, que vamos “al doctor” sino donde la “tía  Gabi”. De esta manera el “factor desconocido” no estará influyendo en la representación que le formamos. Siguiendo la misma lógica, usaremos al responsable de sus miedos para crear un factor protector, tal como fue creada el Hada de los dientes. Por ejemplo, si tiene la fantasía de que le dolerá porque lo vio en la TV, le comentamos el capítulo en que Peppa Pig va al dentista, utilizando sus fantasías a nuestro favor.

5.-  Aprovechémonos que el miedo es instaurado socialmente y utilicemos el aprendizaje social por esencia del niño: la imitación. Así como los niños imitan la pataleta de otro que se encuentra en la sala de espera, también nos imitará a nosotros. Llevémoslo cuando tengamos nuestra hora al odontólogo y demos el buen ejemplo!

                                                                                                             

 

                                          Bárbara Bornscheuer W. -   Psicóloga clínica